jueves, 12 de agosto de 2010

De cómo regresamos al pasado superado

Esto no es una novela.

Aunque lo parezca, pues hay un contexto temporal y espacial, así como personajes antagónicos y protagónicos y sobre todo una trama, que en realidad es propia de un drama. La historia -del tiempo contemporáneo, ocurre en una provincia suriana de la federación mexicana, en el tiempo actual, pero que bien puede ubicarse en la década de los años de 1970 o de 1980. Se trata de un pueblo heterogéneo, multicultural, que conserva múltiples resabios de la vida colonial: hay una casta dominante, apropiada del poder, y una, dos, varias, castas subordinadas, las cuales por un tiempo -a lo largo del siglo XX básicamente, tuvieron oportunidades que ahora están perdiendo. Asimismo, hay una casta burocrática, que es la intermediaria entre la minoría dominante y la mayoría subordinada, la cual carece de criterio propio como de personalidad, pues -como en los tiempos de los capataces, obtiene prebendas en la medida que obedece sin chistar. La historia de este pueblo -el cual suscribió por voluntad propia el pacto federal, es distinto al del resto de las provincias mexicanas. Tiene su propia historia prehispánica, su propio trayecto durante la colonia, y sobre todo su particular vivencia de los sucesos de los siglos XIX y XX. Con seguridad es posible afirmar que se parece más a América Central que a las entidades mexicanas, no sólo en lo que a fisiografía, orografía e hidrografía refiere, sino sobre todo por lo que a la gente respecta: costumbres, usanzas, comidas, olores, sabores, música, etc., etc., son más del sur que del norte. Aun hoy, en esta provincia se percibe cierta discrepancia con la mexicanidad. Más, de lo que trata este texto aparece compartido entre México y los países del itsmo centroamericano. Todos estos pueblos, sin excepción, han vivido procesos de dominación y control a la par del saqueo y explotaciónde recursos naturales de su tierra, que se traduce en pobreza para sus pobladores. Y llegado el momento en que se pensaba se había avanzado hacia la autonomía, soberanía e independencia como liberación de los pueblos, apareció la 'guerra sucía', cada cual bajo su propio ritmo. Pues bien, en este lugar del mundo al que hago referencia sucede que pasan cosas que se suponen habían quedado en el pasado: por lo menos así se creyó. En este lugar, donde los descendientes de antiguos gobernantes tienen y se mantienen en el poder, los partidos políticos -y los ciudadanos son inexistentes prácticamente. Están 'desaparecidos' en el sentido de que no están, no son, no existen como tales. Y aun pregonándose la democracia y supuestos avances -como el de la convivencia pacífica, en realidad lo que se vive es en la cultura del miedo y del silencio. Y de la corrupción. Nadie en lo absoluto puede hacer un señalamiento mucho menos una crítica al gobernante en turno, ni siquiera los periodistas, so pena de hacerse acreedor a las consecuencias. Y cuando decenas de ciudadanos que trataron de ejercer sus derechos terminaron en la cárcel. De sólo unos cuantos casos dio cuenta la prensa, de la mayoría no se supo nada a nivel general. Y la clase burocrática no piensa ni tampoco opina, porque va en detrimento de sus intereses. Y de los empresarios, lo mismo, aunque si piensa tampoco opina, porque va en detrimento de sus intereses. Por ende, nadie opina nada, mucho menos en público, y tampoco a través de los medios, puesto que los 'aparatos de inteligencia' están trabajando las 24 horas del dia a la usanza de la Stassi, de la KGB o de la Cia. Los orejas están por todos lados, no sólo del CISEN y del ejército, sino de la procu estatal, de las corporaciones policiacas y de la Secre de Gobierno, pero también de dependencias estatales que formalmente no tienen porqué tener espías, incluso del ayuntamiento municipal. la prensa, por lo general, está vendida, es decir, ha sido comprada por la vía del embute: editores, directores, columnistas, reporteros, pasan por su mesada a las oficinas de la COCOSO o de cualquier otra dependencia donde los hayan ubicado en la nómina. Nadie dice nada aunque todos saben lo que está pasando. Es algo así como un retroceso en la historia, un salto para atrás en el proceso de democratización, en el camino a la justicia, libertad, autonomía y libertad. En este marco suceden las historias que aquí les paso...

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