La presencia incomoda de Mariela Castro

Pasó inadvertida la presencia en México de Mariela Castro la semana pasada.

Hija del presidente de Cuba, Raúl Castro, Mariela funge como 'primera dama' dada la condición de viudez de su progenitor.

Pese a su estatus diplomático, el gobierno mexicano ignoró su presencia y a su arribo no acudió ni personal subalterno de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Por su investidura, Mariela Castro Espín debió ser recibida con honores, en el marco del protocolo que se ofrece a los dignatarios de países extranjeros.

Sin embargo, el gobierno mexicano no envió al aeropuerto de la ciudad de México ni siquiera a sus emisarios. Únicamente fue seguida de lejos por personal de inteligencia.

Mariela Castro participó de hecho en la marcha del orgullo gay que se realizó por la avenida Reforma el pasado sábado 26 de junio.

Sexóloga, de 47 años, Mariela Castro es directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) y es activista de los derechos de los homosexuales.

En oportunidad felicitó al gobierno de la ciudad de México por legalizar, en diciembre de 2009, los matrimonios entre personas del mismo sexo, cuyos primeros enlaces ocurrieron en marzo pasado. La medida fue impugnada por el Partido de Acción Nacional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Castro Espín es licenciada en Educación, especialista en Psicología y Pedagogía, con master en Sexualidad, así como directora general de la Revista ''Sexología y Sociedad'' y jefa de la Cátedra de Sexología y Educación de la Sexualidad de la Escuela Nacional de Salud Pública, de Cuba.

De manera que no sólo el expresidente Vicente Fox Quezada desairó al expresidente cubano Fidel Castro con el 'comes y te vas', sino que ahora el actual régimen suspendió actividades académicas que la Castro Espín tenía programadas y comprometidas con antelación, para ello se argumentaron 'falta de condiciones', en vista de la cercanía de los comicios.
En Tuxtla Gutiérrez se canceló la conferencia Mitos y realidades de la sexualidad femenina, programada para el viernes (25), la cual tuvo amplia difusión incluso a nivel popular, sin mayores explicaciones de parte de los organizadores, entre ellos la Universidad del Sur.