Amenazas telefónicas en Tuxtla Gutiérrez

Presuntos Zetas extorsionan

Una ola de extorsiones y amenazas telefónicas tienen en vilo a numerosos vecinos de Tuxtla Gutiérrez.

Desde por lo menos un par de meses atras se han registrado diversos casos de extorsión tanto a comerciantes como a profesionistas.

Sin embargo, también han ocurrido otros que rebasan el ámbito individual y acceden al carácter colectivo: hay dos casos de amenaza de secuestro a niños que asisten a preescolar, hechas directamente a los directivos de los centros escolares. Uno es el caso del jardín de niños estatal Tepoxina Pintado y el otro sucedió en el colegio Hispano Jaime Sabines. Ambos se localizan en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.

En otro caso,  luego de una llamada telefónica mediante la cual un sujeto sin identificar exigió la entrega de $500 mil pesos, días después se hizo presente en el establecimiento comercial, y arma de fuego en mano, amenazó al propietario y lo emplazo a entregarle la suma para hoy (30). La negociación se localiza a escazos 120 metros del Palacio de Gobierno del Estado de Chiapas.

Otro evento ocurrió ayer, cuando al domicilio particular de un profesionista -que labora en un par de instituciones públicas del sector salud, llamaron para exigirle la entrega de una suma de dinero no revelada. La residencia se localiza en un fraccionamiento con acceso restringido y vigilado por guardias de seguridad.

En la totalidad de los casos de los que ha tenido conocimiento el periodista  se generaron cuadros de estres y angustia, llegando incluso al pánico en el caso de los padres de familia del colegio Jaime Sabines, a quienes llamaron para recoger a sus hijos 'urgentemente'.

Por otro lado, los propietarios de bares y discotecas de la zona poniente de la ciudad, la mayoría establecidos en el bulevar Belisario Domínguez, ya fueron obligados al 'pago de piso', presuntamente por parte de emisarios de la delincuencia organizada. Es el caso de una negociación en la que entre los socios se halla el dirigente estatal de un partido político, quien debió cerrar otro establecimiento el año pasado que se localizaba en la plaza del Sol.

Al parecer no se han interpuesto quejas ni denuncias ante las autoridades pertinentes,  por temor a las consecuencias.