A propósito del Centenario de la Revolución Mexicana

A propósito del Centenario de la Revolución Mexicana

Toda vez que se llevan a cabo 'procesos electorales' para elegir autoridades o representantes, como prerrogativa constitucional, damos por hecho que vivimos en el seno de una sociedad democrática. Falso. Es más, casi nadie cuestiona si tenemos una democracia o no, damos por hecho que vivimos en el seno de una sociedad democrática. Verdadero. Votar en el marco de procesos electorales viciados y amañados no nos hace ni una sociedad ni un país democráticos. Verdadero. Creemos que estamos inmersos en un sistema republicano el cual se rige por principios democráticos, establecidos en la Carta Magna. Verdadero. Lo que es falso es que tales principios se lleven a la práctica. Nuestro sistema proviene de una revolución, entendida como movimiento armado, el cual costó se calcula 10 millones de muertos. Verdadero. Que precio el que pagaron nuestros ancestros por cambiar las condiciones antidemocráticas en las que estaba sumido nuestro país a principios del siglo XX. Cierto. En el primer centenario de la Revolución Mexicana, tan anunciado y celebrado, hoy tenemos que reconocer que como pueblo sufrimos de amnesia coelctiva, puesto que hemos olvidado todo lo que obtuvimos como resultado de la gesta armada de 1910-1930. Cierto. Únicamente tenemos que observar a nuestro derredor para encontrarnos que -a 100 años de distancia, estamos aun sumidos en la violencia, en la pobreza, en la miseria, en la ignominia, inmersos en una lucha armada, cruenta, inmoral, carentes de justicia como de toda clase de democracia. Hoy, la Revolución Mexicana es sólo una fecha de asueto en el calendario (20 de noviembre), y ya no significa nada para las nuevas generaciones. Pareciera que con el hecho de haber desalojado al PRI de Los Pinos también se arrojó al cesto a la R.M. Poco a poco el gobierno reaccionario al frente de la Nación ha ido menguando la memoria colectiva. Aguila mocha, uniforme negro, sustitución de los héroes patrios revolucionarios, contrarreformas constitucionales, militarización, criminalización de la protesta social, represión... ¿Qué es lo que celebramos?, ¿hay algo que celebrar?